Cuando recibí la llamada desde México para encargarme de diseñar una nueva marca de cafés y su packaging, ¡fue como un WOW! Este era uno de los proyectos más deseados en el mundo del diseño y el branding, y ahora estaba en mis manos.

Este trabajo me enseñó que no hay barreras para el diseño y que se puede trabajar desde cualquier lugar. Descubrí que la presencia física en reuniones no era necesaria, y que podíamos comunicarnos por Skype, adaptándonos a las diferencias horarias sin ningún problema. Con el tiempo, la confianza y empatía con el cliente fueron aumentando, y lo mejor de todo fue tener la libertad de diseñar con total creatividad.

Creé una marca y un packaging limpios y minimalistas, que se ajustaron perfectamente a lo que buscaban. Fue una experiencia increíble poder llevar a cabo este proyecto y superar las expectativas del cliente.